El día menos pensado le llegó a una Selección Mexicana que al inicio del Hexagonal hubiera lanzado carcajadas de imaginarse en esta situación.
Después de cuatro partidos desperdiciados sin ganar en casa, donde sólo ha marcado un gol y únicamente con un triunfo en ocho partidos que van de la eliminatoria, el Tricolor está obligado a vencer esta noche a Panamá si no quiere prácticamente despedirse del Mundial y que el debut de Víctor Manuel Vucetich no sea también despedida.
El precipicio ahora sí está a una mirada porque, en caso de empatar o perder ante el cuadro canalero, México ya requerirá de un milagro en la última Jornada, cuando visite a Costa Rica el próximo martes.
Será un partido a vida o muerte para ambas selecciones, a las que el triunfo es lo único que les sirve porque una derrota les dejaría prácticamente eliminadas del camino al Mundial.
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