En la mañana del 16 de octubre de 1968 Tommie Smith y John Carlos simbolizaron con un gesto en los Juegos Olímpicos de México la protesta ante la politica resista de Estados Unidos con un ''gesto de silencioso'' que tardaría mucho tiempo en ser aceptado en su país.
Ambos participaron en la carrera de 200 metros en la que Tommie quedo en la primera posición y John fue tercero. En los vestuarios idearon su manera de llevar al mundo su protesta durante la entrega de medallas, sin zapatos levantaron su puño con un guante negro como símbolo de pobreza, unidad de poder y orgullo de la América Negra.
Mientras sonaba el himno ambos bajaron la cabeza ante 100 000 espectadores en el estadio "Rece para que el siguiente sonido que escuchara no fuera un disparo, para que lo próximo que sintiera no fuera la oscuridad de una súbita muerte. Sabia que habia mucha gente allí que quería matarme por lo que estaba haciendo". Recuerda Tommie en su biografia.
Avery Brundage, presidente del Comité Olímpico Internacional, lo consideró un gesto de política interna inadecuado para el apolítico foro internacional de los Juegos Olímpicos. Como respuesta inmediata a sus acciones ordenó la suspensión de Smith y Carlos del equipo olímpico estadounidense y fueron excluidos de la Villa Olímpica. Cuando el Comité Olímpico Estadounidense se negó a aceptar las sanciones, Brundage amenazó con excluir a todo el equipo estadounidense, por lo que finalmente Smith y Carlos fueron expulsados de los Juegos Olímpicos.
Un portavoz de la organización dijo que era "una deliberada y violenta infracción de los principios fundamentales del espíritu olímpico". Brundage, que fue presidente del Comité Olímpico Estadounidense en 1936, no hizo ninguna objeción en contra del saludo nazi durante los Juegos Olímpicos de Berlín. El saludo nazi, por ser un saludo nacional por entonces, fue aceptada por las Naciones Unidas, mientras que el saludo de los atletas no era de una nación y fue considerado inaceptable.